La anatomía de un Rolex

Brazaletes

El brazalete Oyster

El brazalete Oyster

Lo que nos mueve

Este es nuestro brazalete Oyster, con sus exclusivos y particularmente robustos eslabones de tres elementos. Representa los valores fundamentales y las alianzas que caracterizan todo nuestro trabajo: la combinación de funcionalidad y forma, de precisión y fluidez, de comodidad y elegancia.

Desarrollado a finales de la década de 1930, encarna la intuición original de Hans Wilsdorf, que vislumbró el reloj de pulsera como una herramienta capaz de hacer frente a las complejidades de un mundo cada vez más avanzado. Rolex no solo desarrolló calibres que excedieron los estándares del arte relojero. También creó otros nuevos para el brazalete y le confirió su propia identidad y lenguaje. De manera que el brazalete Oyster se adapta al movimiento de quien lo lleva, pero tiene también el suyo propio.

El brazalete Oyster
Glidelock

Glidelock

Una muesca más

Este es nuestro sistema de extensión Rolex Glidelock. Presentado en 2008 y patentado, permite ajustar la longitud de algunos de nuestros brazaletes hasta unos 15 o 20 mm, muesca a muesca, sin necesidad de herramientas. La cremallera está discretamente integrada bajo la tapa del cierre de nuestros relojes de submarinismo y de los equipados con el brazalete Oysterflex.

A menudo es imposible prever los cambios repentinos en nuestro entorno, así que poder adaptarnos con la máxima precisión y llegar hasta el límite supone una gran ventaja. El Rolex Glidelock hace esa ventaja realidad de más de una manera. Porque más allá de la simplicidad de uso, aplicamos la maestría de la marca en el desarrollo de los mecanismos de extensión, ya que concebimos los relojes como un conjunto en el que el brazalete desempeña un papel fundamental. Nuestros especialistas han diseñado este sistema gradual para que los usuarios puedan explorar nuevas latitudes, en cualquier dirección. Así tendrán libertad para extender aún más sus horizontes.

Glidelock
Easylink

Easylink

El tamaño adecuado

Este es nuestro cómodo sistema de extensión rápida Easylink, que fue patentado en 1996. Oculto bajo el cierre, permite ajustar fácilmente la longitud del brazalete del reloj en unos 5 mm: solo hay que hacer un movimiento para soltar o volver a sujetar este eslabón adicional.

Cinco milímetros no parecen mucho, pero, en algunas circunstancias, suponen la diferencia entre un brazalete «ajustado» y uno «perfectamente ajustado». Este innovador concepto es la confirmación de que, para Rolex, nunca se llega a alcanzar la perfección en el arte de la comodidad, sino que es el objetivo que perseguimos perpetuamente. Después de todo, el ajuste es una cuestión de sincronización. Y el sistema Easylink ofrece una solución eficaz para garantizar comodidad constante y adecuada a todas las situaciones del día a día. Estos pocos milímetros son de extraordinaria importancia, porque muchas veces la excelencia se encuentra en los pequeños detalles.

Easylink
Fliplock

Fliplock

Expandir los límites

Presentamos el Fliplock, uno de nuestros sistemas de extensión de los brazaletes. Sus tres láminas plegables, ocultas bajo la tapa del cierre, equipan el brazalete Oyster de nuestro reloj de submarinismo profundo, el Oyster Perpetual Deepsea Challenge,

y permiten aumentar su longitud unos 26 mm. Como complemento del Rolex Glidelock, esta extensión adicional hace que el reloj se pueda adaptar a un traje de buceo de hasta 7 mm de grosor. Gracias a las láminas Fliplock, es posible llevar el reloj en cualquier circunstancia. Y, además de ahorrar tiempo, este sistema limita al máximo los ajustes que hay que hacer en entornos extremos. Con un solo gesto obtenemos más flexibilidad y un mayor rango de movimiento. Una libertad que nos invita a superar nuestros límites. Cuando los elementos nos imponen sus condiciones, se agradece la comodidad. Pero la amplitud de movimientos y la capacidad de acción son aún más importantes.

Brazalete Oysterflex

Oysterflex

Rendimiento y comodidad

Este es nuestro inconfundible brazalete Oysterflex, que se presentó en 2015 acompañando al Yacht‑Master 37. Su resistencia infalible proviene de dos láminas flexibles de metal sobremoldeadas con un elastómero de alto rendimiento: el diseño de esta innovación da respuesta a las necesidades específicas de algunos de nuestros relojes Profesionales,

y combina robustez y flexibilidad para alcanzar niveles de comodidad inigualables. Emparejar este brazalete técnico con cajas de reloj hechas de oro de 18 quilates puede resultar sorprendente, pero, aunque la estética del brazalete Oysterflex supone un paso en una nueva dirección, desde un punto de vista técnico va por delante de los demás. Esa extraordinaria resistencia está a la altura de las características superlativas de nuestros relojes, y eso es algo que también comparten los cojines de la cara interna del brazalete, que hacen que el reloj sea incomparablemente cómodo. El Oysterflex es reflejo de nuestra experiencia en correas y brazaletes, que valoramos tanto como la que hay detrás de la creación de nuestros calibres. Al fin y al cabo, nuestros relojes no podrían ser perpetuos si nuestros brazaletes no resistieran el paso del tiempo.

Oysterflex

El «savoir‑faire» relojero de Rolex

Excelencia en desarrollo